I. ¿Que es?
El drenaje linfático es un masaje lento y repetitivo que sigue la dirección de los vasos linfáticos y que estimula la limpieza del organismo.
II. Está especialmente recomendado en los siguientes casos:
• En extremidades inferiores cuando alguien se acaba de someter a una operación, lleven tiempo encamados o durante el embarazo.
• En caso de padecer varices.
• Si se tiene celulitis.
• Si se sufre de síndrome premenstrual.
• Si se tiene hipertensión.
• En casos de piernas cansadas y con tendencia a hincharse.
• Si se sufren episodios de ansiedad y estrés.
• Edemas por problemas renales, hepáticos o deformidades en las articulaciones.
• Si trabajamos muchas horas sentados.
• Si se tiene retención de líquidos y tendemos a acumular toxinas.
III. En cambio, el drenaje linfático no se recomienda en los siguientes casos:
• Si se está recibiendo tratamiento para el cáncer.
• Si se tienen problemas cardiovasculares severos, como angina de pecho, trombosis, o insuficiencia cardiaca.
• Hipertensión o hipotensión.
• Si se padecen enfermedades de la piel o descompensaciones de la glándula tiroidea.
• Infecciones e inflamaciones agudas.
• Hipertiroidismo.
I. ¿Que es?
El drenaje linfático es un masaje lento y repetitivo que sigue la dirección de los vasos linfáticos y que estimula la limpieza del organismo.
II. Está especialmente recomendado en los siguientes casos:
• En extremidades inferiores cuando alguien se acaba de someter a una operación, lleven tiempo encamados o durante el embarazo.
• En caso de padecer varices.
• Si se tiene celulitis.
• Si se sufre de síndrome premenstrual.
• Si se tiene hipertensión.
• En casos de piernas cansadas y con tendencia a hincharse.
• Si se sufren episodios de ansiedad y estrés.
• Edemas por problemas renales, hepáticos o deformidades en las articulaciones.
• Si trabajamos muchas horas sentados.
• Si se tiene retención de líquidos y tendemos a acumular toxinas.
III. En cambio, el drenaje linfático no se recomienda en los siguientes casos:
• Si se está recibiendo tratamiento para el cáncer.
• Si se tienen problemas cardiovasculares severos, como angina de pecho, trombosis, o insuficiencia cardiaca.
• Hipertensión o hipotensión.
• Si se padecen enfermedades de la piel o descompensaciones de la glándula tiroidea.
• Infecciones e inflamaciones agudas.
• Hipertiroidismo.